Joel Dicker parece que nunca decepciona y, de momento, así es (pese a no estar exento de detractores). Esta “quinta entrega” (mainstream) nuevamente lo confirma.
Un nuevo caso envuelve al escritor Marcus Goldman y podríamos decir que cumple las expectativas, si bien, la relación con el “Escritor” (el de ficción) como lector es complicada, lo salva el conjunto de la novela.
Quizá podríamos señalar un exceso de remisiones o intentos de vender las anteriores historias del Escritor como diría Gahalowood, pero, salvo eso, la historia nuevamente engancha al lector, está muy bien hilada y narrada y con los giros característicos de las novelas “dickersianas” como marca de la casa.
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